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o como desescombrar tu alma de apegos inútiles.

No aprenderé jamás y siempre caeré, para que voy a tratarme esta tara si forma parte de mi ser, una vez alguien me dijo que debia desprenderme de todo lo material para poder continuar, lo hice... vive dios que me desprendí de todo y empecé una vida nueva sin nada en mi ciudad, solo me traje gatos y libros a Córdoba y la promesa firme de no volver a enamorarme de un gilipoyas, pero casi caí con alguien que tan solo queria mi libreria y es que dormir sola en una cama grande es muy triste, así que volví a intentarlo, pero claro es que yo soy de las que donde ponen el ojo ahí no es, parezco tonta y a veces, reconozco que lo soy, hay días que mi pequeño piso se me hace inmenso, que mi libreria está vacía y que necesito un compañero, tan solo un bastón que me ayude a caminar cuando me tuerzo el tobillo y me paso semanas coja. La vida es cíclica y el amor solo dura tres años, pronto habré sustituido al último imposible que se me ha incrustado en la cabeza como una calcomania y podré buscar a

Una vidriera volante

Qué efímera es la vida de las mariposas¡ vuelan de flor en flor y su vida es sólo volar y libar, en qué pensaría mi pequeña mariposa blanca cuando le arrebaté uns milesima de segundo de su vida para inmortalizarla en una fotografía? ... y ahí estaba ella, tranquila, paseando en el graníto y sin saber que yo la observaba en silencio, para robarle toda su belleza en pos de mi ego y de mi gloria. Me gustan las mariposas porque son el resultado de un largo crecer dentro de un capullo, porque el gusano medra lentamente y luego aparece exultante de belleza convertido en una hermosa vidriera que vuela, es sólo un ser que crece y un día renace a la luz, ingravido como el alma, vago y despreocupado, de flor en en flor, de libro en libro.

Ninfas de agua

Libelulas azules¡ que planeais sobre el agua de fuentes, rios y charcas, como pequeñas hadas de alas brillantes y opalinas pasais ante mis ojo livianas y exultantes de belleza y os pavoneais de la eterea elegancia de vuestro vuelo. Diminutas ninfas de agua, como os envidio¡ Pequeña odonata anisoptera  distraida sobre una rama una calurosa tarde de verano, indeciso y vago es tu vuelo. Ingrávido insecto de ala azul, ingravido y etéreo como mi alma distraida entre amores imposibles y murmullos de deseos maduros. El aire cálido del río adormece mi corazón que espera el otoño y la lluvia fría del invierno en Córdoba, un corazón pequeño que busca calor.  Me he creado un personaje, me he escondido tras un corsét, con alas de libélula azul, de hada, alas de mariposa, ahí podré protegerme de los lobos hambrientos que buscan mis libros, beber de mi don, debo proteger mi pergamino amarillo, la fuente, el sol de Agartha, la luz del conocimiento.

Hors du temps

Fuera del tiempo y del espacio... infinita y lejana eres alma que vuelas por espacios de arena en un reloj roto.. Nómada errante, viajera del tiempo que busca en cada lugar la esencia de la existencia, esa angustia vital del que no sabe de donde viene ni a donde va, y encuentra en la visión de las pequeñas cosas el sentido de la vida. El camino empieza dentro de uno mismo y es esa dicotomia entre el espacio y el tiempo la que mortifica el cuerpo del viajero que visita hasta la última estancia del averno y que cuando renace a la luz descubre un sol que vislumbra los claroscuros de su psique. Alma sin alas con pies anclados a la tierra que buscan en cada amanecer la estrella del alba. Da lo mismo haber encontrado tu lugar en el mundo y vaciar tu corazón, no importa que hayas vuelto a tu nido, los cordobeses somos como los salmones, todos volvemos a nuestro río a morir.

La última princesa de Córdoba

A muy pocas mujeres dejaron brillar en la edad media y de entre esas pocas tuvimos en Córdoba a la  ultima princesa del Califato, Wallada bint al-Mustafki nació en Córdoba en el año 994, hija de Mohamed III, el penúltimo califa Omeya, y de una esclava cristiana, su niñez coincidió con la época de Almanzor y su adolescencia con el inicio de la guerra civil que puso fin al Califato,  su padre no tuvo descendencia masculina, asi que heredó sus bienes y abrió un palacio donde se dedicó a educar a chicas de buena familia y al que acudían también los poetas y literatos de su tiempo. Una vez asegurada su independencia económica, optó por un modo de vida de absoluta despreocupación por los convencionalismos sociales, fue la mujer más hermosa e inteligente de la Córdoba andalusí: rubia, de piel clara y con los ojos azules, además de culta y vanidosa, brdaba sus versos en sus trajes, según la moda de los harenes de Bagdad, y osó participar en competiciones masculinas de completar poemas inacabad

El canto de la sirena

El sonido del mar cautiva al navegante. La estirpe de Calíope y Aqueloo invita a perderse en la inmesidad de un oceano de cantos de caracolas, de vientos marinos y de dulces olas que atrapan sin retorno. Mascarón de proa de "La Marigalante" en la Península de la Magdalena (Santander)

El tapiz de Matilda

Me cuesta creer que el famoso Tapiz de Bayeux fuese bordado por esta diminuta mujer y sus doncellas, Matilda era nieta e hija de reyes y se negaba a casarse con Gillermo I El Conquistador, un tipo rudo y destartalado y más de medio metro más alto que ella, y a la postre es que el tal Guillermo era bastardo, aunque reconocido por su padre, bastardo al fin y al cabo y una princesita estirada y remilgada como ella no iva a mezclar su sangre con el descendiente de una costurera. Matilda era princesa en Flandes, indolente y caprichosa estaba enamorada de un hombre casado que le hacía el mismo caso que a una cerveza fria, Guillermo como heredero bastardo de Normandía necesitaba legitimar su estirpe y se fijó en ella, así que se ganó la confianza de la doncella tras un rapto caballeresco (como se diría en la época) y es que el doncel después de secuestrar a la dama en cuestión, esta era respetada y devuelta "intacta" a su familia y así pedir su mano, a Matilda esto le debió de moja