La finca de las mariposas verdes

 

La finca de las mariposas verdes

Hace 6000 años las sociedades neolíticas de la fachada atlántica de Europa enterraban a sus muertos en recintos construidos a base de enormes piedras dispuestas de tal forma que formaban un habitáculo cerrado y semienterrado, eran sociedades agrícolas y ganaderas y aun no estaban tan fuertemente jerarquizados cómo sus descendientes Tartessos e Iberos, enterramientos colectivos que suponían un enorme esfuerzo arquitectónico y constructivo para una sociedad con unas fuertes creencias en el más allá.

Llenaron sus territorios de estos gigantescos megalitos, generalmente los orientaban a los solsticios, a los equinoccios o a alguna zona que consideraban sagrada.

El dolmen de Lacara en Badajoz fue el último que visité junto a Evaristo y aquel solsticio de invierno ya se encontraba mal y lo achacaba al catarro y, también a los duendes que habitan allí, se fue abrazado a mí 6 meses más tarde, cuando caía el sol del siguiente solsticio y pronto descubrí que se me estaba esperando dentro de uno de ellos, solo tenía que descubrir cual…

LA SIERRA DE LAS VENTANAS

Tenía las manos sucias y las uñas negras de escarbar en la tierra, se intentó secar las lágrimas con ellas y sólo consiguió que le picaran más los ojos, llena de churretes, sudorosa y roja por el esfuerzo depositó con esmero la urna de granito en el interior del pequeño dolmen, desde fuera se podía leer la inscripción tallada

“Aquí reposan las cenizas de Evaristo y su esposa María. Que nuestros herederos derramen vino sobre ellas para que vuelen ebrias las mariposas. Si alguien se detuviese ante este epitafio, diga: aquello que devoró el voraz fuego, una vez disuelto el cuerpo, lo transformó en pavesas. Descansen felizmente”.

Tapó la entrada de la galería con una pizarra y terminó enterrando el pequeño túmulo. Había dado instrucciones precisas de lo que debían de hacer cuando ella se fuese, apuntó las coordenadas exactas del lugar en el móvil y calló arrodillada frente al enorme chaparro donde había construido su última locura.

Ese iba a ser donde descansarían sus restos una vez incinerada, junto a las cenizas de Evaristo, hacía tiempo que lo tenía todo planeado, diseñado el Dolmen, recolectadas las lajas de caliza y pizarra, comprar la urna de granito con la inscripción y lo más importante, el lugar; el pie de una encina centenaria en la sierra de las Ventanas con la entrada orientada al oeste para que los últimos rayos del sol invictos entraran por la cámara y unieran sus almas.

Repasó mentalmente el texto que dejaría a sus hermanos para que siguieran escrupulosamente sus instrucciones y se hundió en un mar de lágrimas.

Iznajar, a 26 de octubre es mi deseo que a mi fallecimiento incineréis mi cuerpo, depositéis las cenizas en una urna y las enterréis junto a las de Evaristo dentro de un pequeño dolmen que he construido en la finca de mamá, os dejo las coordenadas para que podáis localizar el túmulo.

y entonces pensó que lo mismo no sabían que era un túmulo…

SEIS AÑOS ANTES

No gracias, me duele mucho el estómago.

Rechazó amablemente una de esas hamburguesas veganas qué solo sabían a especias que tanto asco le daban.

- Pero si son de verdura, no pueden hacerte daño.

- Es que hasta el agua me quema el estómago, tengo helicobacter pylori y me están tratando con bombas de antibióticos.

- Helicoooo que?

- Si, una bacteria que se instala en el estómago y, en algunas personas, puede llegar a producir acidez, dolores de estómago, diarreas, gastritis y, con el tiempo, cáncer de estómago, me la diagnosticaron después de que muriese mi padre y ahora me tienen en tratamiento, además, se me ha complicado con una hernia de hiato y estoy esperando a que me operen.

- Ni se te ocurra, hay infinidad de tratamientos naturales y…

frunció el ceño y educadamente cambió la conversación, no soportaba a toda esa panda de “perroflautas” naturalistas que curaban el cáncer con “omms” y golpes de cuenco tibetano.

Tampoco le gustaba ese ambiente de postureo neo hippie, la miraban por encima del hombro porque no vestía como ellos y porque se depilaba las axilas y las piernas, realmente estaba allí porque se lo había pedido su amiga y porque se sentía muy sola y tenía que socializar, después de 12 años con José había perdido contacto con los pocos amigos que había hecho en el Club de Montaña y solo le quedaban Mercedes y Juani, Mercedes era la típica amiga con la que quedaba para hablar de filosofía y tomar té, pero era tan antisocial como ella, con Juani era distinto, amigas desde la infancia, las había presentado sus madres y congeniaron desde el primer momento, Juani se casó pronto y solían viajar los tres juntos, aunque hacía años que no tenían tanto trato, ella tenía 2 niños, un marido y vivía a 80 km de su casa seguían teniendo esa conexión que tienen las mejores amigas,  se había separado del marido después de 20 años y estaba viviendo una segunda adolescencia, así que de vez en cuando iba a verla a su pueblo.

- Mary te voy a presentar a Evaristo…

Lo sé. Sé que nunca más encontraré nada ni nadie que me inspire pasión. Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera… Hasta hay un momento, al principio mismo; en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.

*Jean-Paul Sartre"

La Nausea 1938

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