Maldita Circe
El alma puede endurecerse y llegar a ser roca pura, incorruptible ante los sentimientos y emociones y sin embargo tan frágil como un cristal.... y es que cuando aparecen las malas rachas y esos malos momentos que la espiral nos devuelve cíclicamente, como el temple del herrero hace que a cada giro cristalicen las penas volviéndose transparentes.
Comparo, a veces, el sufrimiento y la dureza para afrontar las penas con una fragua y la templanza de una espada toledana; como el devenir de los días y los malos momentos vividos quedan impresos en el acero haciéndola más dura y a la vez más frágil.
En lo más profundo del alma quedan impresos aquellos recuerdos, y es que no todo aquello que guardamos en las oscuras celdas del subconsciente es capaz de salir a la luz en un momento de debilidad, obscuros recuerdos incapaces de olvidar pero también de recordar se quedan grabados en los sueños olvidados cada mañana cuando suena el despertador, pesadillas que algunas veces se repiten mojando la almohada de sudor frio.
Odio esas noches de terror, esas en las que mis viejos fantasmas, amigos no olvidados vuelven a mi cabeza templando mis neuronas y endureciendo mi alma, templando mi ánimo en el fuego del miedo volviéndome frágil y débil.
Κίρκη maldita, me invitaste a beber de tu pócima secreta que convierte al humano en cerdo y no acepté, humana fui y humana me quedaré, sola con mi ego y mi locura.
